viernes, 18 de julio de 2014

Series serias (I)

Los juegos de palabra no son lo mío. Lo siento.

Bueno, bueno. El verano ya está aquí, ya es la hora del calor bochornoso, las siestas de nueve horas, los mosquitos antropófagos, las duchas calientes, el hedor a cadáveres en descomposición del transporte público. Oh sí, el verano ya llegó.

También es el tiempo de la improductividad que no te hace sentir culpable, la montaña de libros pendientes que te pone ojitos, los maratones seriéfilos hasta altas horas de la madrugada. De esto último es de lo que os voy a escribir hoy.

Empezamos con la serie de la que si no has oído hablar, probablemente es porque estuvieras debajo de una Roca. En un asteroide. Un asteroide de camino a Alfa Centauri.

Señoras y señores, os estoy hablabado de Orange is the new black.

"Did it ever occur to you that we don't want to get in touch with our feelings? That feeling our feelings might make it impossible to survive in here?

#oitnb nos habla de la experiencia de Piper Chapman y su estancia durante 13 meses en la prisión federal de Litchfield. La narrativa de la serie no sólo se centra en Piper sino que sigue las historias de las diferentes reclusas de dicha prisión y nos muestra los orígenes de qué es lo que les llevó a encontrarse entre rejas.

Orange is the new black ha sido creada por Jenji Kohan (la creadora de Weeds) a partir de las memorias de Piper Kerman que lleva el mismo nombre y está compuesta de 2 temporadas, de 13 capítulos de entre 50 a 60 minutos. La producción corre a cargo de Lionsgate Productions y su distribuidora es Netflix, para aquellos que residan en el continente americano, en cuanto a los demás… utorrent es una cosa que tendríais que tener más que dominada.

Si en algún inusual momento de mi vida tengo que definir qué es una tragicomedia, voy a señalar sin duda alguna esta serie. El balance entre los momentos absurdos e hilarantes (el capítulo de la gallina en particular me ha tenido llorando a carcajadas) y aquellos que son escabrosos, terriblemente desgarradores y reales, brutalmente reales, es en mi opinión, la mejor baza. Pero desde luego, está lejos de ser todo lo que esta serie aporta. Se centra en personajes femeninos con un elenco racialmente diverso, ¿tenéis idea de lo raro que es eso en una serie en la que se han focalizado tantos medios de comunicación? ¿Tenéis idea de lo que es invertir tiempo en mostrar narrativas de mujeres de color, mujeres transexuales, explorar los distintos espectros de sus sexualidades y no avergonzarse de mostrar al espectador imágenes de situaciones en medios marginales, aconticimientos trágicos, injusticias, desgracias, miserias? Porque los personajes son otro de los puntos fuertes. No hay absolutamente ninguno que la narrativa pase por alto, ninguno es una caricatura o un tópico, todos tienen sueños, ambiciones, se equivocan, lo reparan, vuelven a equivocarse. En definitiva, estamos ante humanos siendo humanos en todas sus diferentes facetas.

¿Qué decir de esta serie que sus múltiples galardones, sus críticas apabullantes o su enorme prestigio entre la comunidad seriéfile no hayan demostrado ya? Es una serie que hay que ver sí o sí ¿no querrás quedarte descolgado en los debates entre tus amigos si Alex o Larry es el mejor candidato para Piper, verdad?

No quiero que el post se haga demasiado largo, es de conocimiento universal que nadie está para perder el tiempo en posts largos, así que de momento eso es todo.

Pasad un buen finde.

sábado, 28 de junio de 2014

Consejo de Dioniso

Quema todos tus puentes

sólo para que puedas reconstruirlos

con cuerdas más gruesas.

 

Daña a todas las personas que te quieren

Y luego comete todos los crímenes para hacerlos volver.

Ahógate en lejía hasta que incluso la luz paradisíaca

no pueda compararse con cuánto ardes.

 

Vuelve tus entrañas del revés

y pinta tus órganos del color que ves

en tus sueños.

 

Este es el arte de

vivir con un corazón latente, una granada

que tiras por la ventana

para demostrar aquello

que no cabe en el lenguaje.

 

Así es cómo te destuyo.

Y así,

es cómo te mantengo con vida.

 

Cava en ti un hoyo, a dos

metros bajo bajo tierra, y entierra todo lo que

alguna vez has dicho, todo lo que nunca quisiste,

y todo lo que te ha quemado dejándote sin nada más

que la ceniza.

Shinji_Moon

Original

miércoles, 25 de junio de 2014

Un diente de león es una mala hierba, nunca marchita del todo

Cuánto tiempo, queridos y no tan queridos, cuántos días, cuántos meses, cuántos libros, cuántas películas, cuántos momentos, cuántos exámenes, cuántos apuntes, cuánto agobio, cuánta ansiedad.

Cuántas ganas de regresar.

Probablemente mis tiempos de bloggera gloriosa, la hater de reseñas destructivas, aquella quinceañera que leía sólo por el dulce placer de tachar de indignas noveluchas del tres al cuarto, hayan pasado ya. Probablemente el tiempo de teclear en espacios internáuticos también. Retorno en el tiempo de las nuevas tecnologías más visuales, en el que los blogs han reemplazado la b por la v, ahora todos se ponen guapos, se arreglan las cabelleras y deslumbran con unas dentaduras profident en el vasto mundo de youtube. Así que heme aquí, aún chapada a la vieja usanza, tratando de hilar dos oraciones con coherencia.

Supongo que os debo una explicación. Me debo una explicación. Al fin y al cabo, concebí este pequeño rincón para nadie más salvo para mí misma, un pequeño lugar entre los grandes asteroides cibernéticos donde hablar de mis lecturas y mis cosas. La juventud se me escapa. No hay más explicación que esa. Empieza el tiempo de ser una adulta madura y sofisticada que bebe vino mientras lo relaciona con la simbología homérica. Ha llegado el momento de entender por fin qué significa el palabrejo “burocracia”, rellenar papeles y más papeles, buscar universidades, residencias, hacer mil llamadas, ir de un sitio para otro. Entiendo demasiado tarde que me quejé en exceso de la buena vida que tenía en los dulces años de instituto.

En fin.

Empieza una nueva etapa para mí. Me mudo a Madrid para estudiar Literatura General y Comparada. Brrr, qué grande, qué solemne, me dan escalofríos sólo de pensarlo. Un nosequé como en los momentos de la madrugada en los que no sabes si sigues soñando o no. Por fin podré hablar de libros con algo de criterio y supongo que no sólo de libros.

No prometo nada. Como habéis podido comprobar no se me dan nada bien las promesas. No obstante, hay un cosquilleo cuando pienso en volver a retomar las reseñas y mis desvaríos. Quiero hacer constante ese cosquilleo. Quiero devolver las palabras que llevo acumulando al lugar al que pertenecen, es decir, a los demás.

Gracias por seguir por aquí.

Espero leernos pronto. :)

Pss, pss, eh, tú, estoy por twitter en @Alendax por si me quieres seguir por ahí. Ya, ya te dejo.

sábado, 26 de abril de 2014

If you find me de Emily Murdoch

El bosque es el único hogar que Carey Blackburn y su hermana pequeña Jenessa conocen. Sólo se tienen a sí mismas para poder sobrevivir cuando su madre inestable desaparece constantemente. Sin embargo, cierto día su madre parece haberse marchado para siempre y dos extraños aparecen para llevárselas a la ciudad para arrojarlas al mundo de los institutos, la ropa y los chicos. Ahora, Carey debe hacer frente a la oscura verdad de su pasado, aquella que se ha llevado las palabras de Nessa y que tanto se ha empeñado en esconder.

Existe una expresión para describir este libro y esa expresión es what a shame.

If you find me es la historia de dos hermanas con un trágico pasado que deben enfrentarse a la realidad y superar los traumas de su infancia. Pero menudo malgaste de historia.

Quizá lo que más me ha molestado ha sido lo “convenient” que es todo el argumento. Además de extremadamente poco realista. Y francamente predecible.

Desde que las chicas son encontradas por su padre o sea su madre es una traficante de drogas que ha secuestrado a dos hijas y ¿de verdad los que van a buscarlas al bosque son dos personas? ¿qué clase de chiste es este? y por una trabajadora social, el libro es una larga lista de lo guay y genial que es vivir en una familia estadounidense middle-class donde todo es genial, se come tarta todos los días, y todo es perfecto, bonito, limpio, tradicional y cristiano, donde nada les vuelve a pasar nada nunca jamás.

Puede que la palabra perfecto describa perfectamente la ambientación del libro. Sin ir más lejos, las protagonistas, cómo no, son guapísimas, listísimas, han leído mucha poesía, han estudiado mucha biología, tienen muchísimo talento. Han estado viviendo en un bosque y por pura coincidencia su madre les trae libros de texto que por supuesto hace que Carey tenga el nivel intelectual de una estudiante universitaria.

Lo peor es que el libro empezó muy, muy bien. La relación de las dos hermanas era tierna y sincera, sus reacciones frente al mundo nuevo en el que se sumergen parecen auténticas, pero tras unas 50 páginas todo se vuelve de color rosa, ya no tienen más problemas que decidir qué vestido ponerse y oh, por supuesto, Carey, cómo no, es la chica más guapa de su instituto y su hermanastra se muere de envidia porque los chicos le prestan más atención. Además, cómo no, el primer día conoce al chico guapo que es galante, educado y es el único que no se fija en su belleza y la quiere por su interior. OH DE VERDAD QUÉ ORIGINAL OS PROMETO QUE NO HE VISTO ABSOLUTAMENTE NINGUNA PELÍCULA EXACTAMENTE IGUAL UN DOMINGO A LAS CUATRO DE LA TARDE. Todos los personajes son dolorosamente estereotipados. Oh, por supuesto, Delaney la hermanastra va a ser maliciosa y antipática porque tiene enviiiidia de lo guaaaaapa y perfeeeecta que es Carey y por supuesto, acabará teniendo su merecido. Ugh. Simplemente ugh. Salvo la relación fraternal entre Carey y Nessa, ninguna otra parecía desarrollarse de manera natural o de una manera que no sea la que ya hemos leído 9943 veces antes.

De hecho, ¿sabéis los AUs de los fanfics? Esa fue mi sensación durante la lectura de este libro, un high-school AU del tipo de Luke Skywalker empieza el instituto para revelar los oscuros secretos de su pasado mientras lidia con Darth Vader el misterioso profesor de Literatura y la guapa y fría animadora Leia con la que siente una extraña conexión. Quiero decir, no hay ningún esfuerzo por parte de la autora para resultar creíble, no hay ningún tipo de desafío a la hora de escribir este libro. Es un argumento vago y trillado, y me parece bastante irrespetuoso tanto para los lectores como para la misma historia la desidia con la que está escrita. Sí, el lenguaje a veces decide ser somewhat poético y hay frases bonitas, pero por mucho que a mí me gusten las citas con alguna floritura no compensa la falta de argumento o los personajes parodias:

You can take the girl out of the woods, but no the woods out of the girl.

We find beauty, even in the lack. That’s human. We make the best of what we’re given.

No hay nada más que la historia aporte. Ni grandes momentos, ni grandes personajes, ni subtramas relevantes. Es todo un bleh en 300 páginas.

Explicadme por favor por qué este libro tiene tales notazas en todas partes. No quiero sentirme como la hater cuyo odio es el aliento de su existencia.

VEREDICTO:

Hay formas mejores de perder vuestro tiempo.

sábado, 11 de enero de 2014

Frozen (el reino de hielo y de las malas traducciones)

No, en serio, hay una palabra preciosa en castellano ~helado~ de la que podría hacerse uso.

En fin, ¡hola, queridos y queridos! Soy Alendax y probablemente mi existencia haya quedado relegada a un pequeño y oscuro rincón de vuestras mentes. Bueno, he de decir que lo siento, pero sinceramente, bachillerato hace que me replantee si merece la pena seguir viva después de todo.

Hoy quería traeros una especie de reseña de Frozen, el taquillazo que viene de las manos de Disney de estas Navidades. Pero antes de nada:

Disclaimer: al igual que muchos de vosotros, he crecido con las películas de Disney. Las adoro como cualquiera y han sido horas de puro entretenimiento durante mucho tiempo. Sin embargo, que te guste algo no significa que debas idolatrarlo ciegamente y no poder juzgarlo objetivamente. Así que please don’t lose your shit porque ya os advierto de que esta reseña no va a ser muy positiva.

Dicho esto, vamos a ello:

Frozen es una película de animación estrenada el 29 de noviembre del año pasado en España siendo el primer largometraje de la compañía en ser escrito y dirigido por una mujer, Jennifer Lee.

La historia se sitúa en Arendelle, un reino lejano donde residen la futura reina Elsa y su hermana menor Anna. Elsa posee el poder de convertir los objetos en nieve y hielo, un poder tan grande que no es capaz de controlarlo y por tanto se ve obligada a alejarse tanto de Anna como del mundo exterior. Años después, en su coronación como reina, Elsa pierde el control y escapa asustada desatando un invierno desolador. Así, Anna emprende la búsqueda de su hermana para retornar la primavera.

Frozen está basada en un cuento de Hans Christian Andersen, si me lo permitís, el mejor autor de cuentos que ha existido jamás; aunque creo que decir “basada” es un poco arriesgado ya que las únicas semejanzas que he podido encontrar son el hecho de que en ambas se incluya una reina de las nieves. Punto. Quizá aparte de la teoría de que los nombres de Hans Kristoff Anna Sven unidos pueden resultar en una especie de homenaje al nombre de Andersen, no he encontrado ningún otro parecido al cuento original.

Lo cual es una pena, Frozen podría haber sido muuuucho mejor de haberse inspirado más en la Reina de las Nieves porque durante toda la hora y media que dura la película he tenido la sensación de que todo era forzado, ajetreado y bastante desajustado, en otras palabras, it’s trying too hard. Estamos viendo a la vez una comedia familiar, un roadtrip, un romance, un melodrama, un musical. Y no es que una película no pueda ser todas estas cosas a la vez y seguir siendo endomoniadamente buena (heck, prácticamente cualquier película del Renacimiento de Disney en los 90 lo es), pero en Frozen todo resulta tan artificial, sumándole además de que en todo momento quiere tanto ser como Enredados sin ser como Enredados. Lo cierto es que los diseños de los personajes están un pelín demasiado reciclados de dicha película, cuando Disney es uno de los mayores ejemplos de gran originalidad y creatividad artísitica. Si en Enredados Rapunzel resultaba mona y bonita con sus ojazos y su cintura del tamaño de su cuello, en Frozen, Elsa y Anna (sobre todo esta última) dan un poco de grima. Están increíblemente desproporcionadas, sus ojos son más grandes que sus muñecas, sus cabezas casi tienen la misma anchura que sus hombros. Lo cierto es que no tendría ningún problema si el resto de los personajes estuviesen animados de la misma manera, pero lolno. Kristoff, Hans e incluso los personajes de fondo tienen unas proporciones que resultan mucho más realistas (y menos creepies que ellas dos).

Por otra parte, no tengo ganas de meterme en la polémica de si esta película se suma al carro de películas con un elenco de personajes tan blancos como la nieve, pero lo cierto es que Disney parece muy satisfecho consigo mismo habiendo creado sólo una princesa de color que, sorpresa, sorpresa, se pasa más de la mitad de la película siendo una rana. Lo más gracioso es el argumento de xro es un kuento nordiko escandinabo ahy no avia jente de color xdxdxddD: Dejadme que os diga que el hecho de que el cuento original esté escrito por un autor danés no tiene nada que ver con dónde situamos el cuento, la misma Tiana y el sapo se sitúa en Nueva Orleans en los años 20 cuando el cuento original es ruso. Además, mientas en Tiana y el sapo sabíamos que era Nueva Orleans, Arendelle es un reino ficticio. Además, ¿en serio me estáis diciendo que un muñeco de nieve parlante os resulta más creíble que gente de color? ¿Bravo? En fin, la razón por la que la sátira de Shrek es hilarante incluso hoy en día es porque se siguen haciendo películas como esta.

Lo peor es que me vendieron esto como un conmovedor cuento sobre la historia de dos hermanas donde la narrativa se centraba en las dos hermanas. ¡Dioses, sí! –exclamé yo –¡no veía narrativas bien desarrolladas que giran alrededor de hermanas desde Lilo & Stitch! Qué inocente. Nope, Frozen no aporta nada nuevo y fresco a susodicha relación, Anna y Elsa se quieren porque son familia y punto, una relación entre hermanas no necesita desarrollo porque son hermanas, tienen que quererse. Duh. De hecho, para confirmarlo hay una frase que dice Anna a lo largo de la película que es algo así como: “Elsa no me haría daño, somos hermanas.” Vamos, argumento irrefutable. No, no voy a negar que han tenido momentos enternecedores, pero honestamente, pensaba que no iban a caer en un cliché tan obvio.

El primer concept art que salió parecía mucho más original, mil veces más visual y con una historia mucho mejor pensada que lo que acabó siendo.

I mean u feel me?

¿Contratáis a Jonathan Groff para cantar SÓLO UNA CANCIÓN DE MENOS DE UN MINUTO SOBRE RENOS?

Pero, Ale, ¿a TI te ha qué te ha parecido?

Me ha gustado????????

Y lo digo completamente en serio, sí, Frozen se desmorona por todas partes, sí, hay plotholes que desharían la estructura de todo el guion si nos ponemos a pensar un poco sobre ellos no, ¿pero de dónde venían los poderes de Elsa?, sí, falla en todo en lo que Enredados trinunfó. Pero me ha entretenido y a pesar de todos los fallos arriba mencionados, también ha tenido sus aciertos y oh, boy, menudos aciertos.

Salvo la escalofriante animación de Anna y del concept art original, la animación sigue siendo eye-candy puro e inadulterado. Sólo las Crónicas de Narnia consiguieron transmitirme esta sensación de un invierno tan terrible como precioso. Podría verla en silencio sólo para deleitarme con los visuales.

Los 40 primeros minutos son una obra maestra cinematográfica. Precisamente aquí es donde surge el mayor problema. La película no empezó mal, su principio es en mi opinión, el mejor principio para una película que he visto nunca. Algunos lo acusan de demasiado lento, pero a mí me pareció perfecto. Y aunque anteriormente he dicho que las interacciones entre Anna y Elsa no son precisamente la joya de esta película, en estos 40 minutos sí que lo son. Además, se interpreta Do you want to build a snowman? que es uno de los números musicales más trágicos que he oído en mi vida.

Motherfucking Elsa. Aunque Frozen fuese la peor película de la historia, me seguiría gustando tan sólo por ella. Claro que Elsa debería haber estado más en la película, desde luego, pero entiendo que Elsa resulta más atractiva a una audiencia más adulta. ¿Qué niño iba a preferir a la fría y estoica Elsa frente a Anna que es torpe, graciosa y parlanchina y con la que puede sentirse mucho más identificado?  Sí, sólo aparece durante como un 20% de la película, pero qué 20% tan glorioso. Para empezar, Elsa no es una princesa, es la Beyoncé de las princesas, es una puñetera reina. Después, pensar en su narrativa me produce orgasmos mentales: su transición de niña en mujer, sus poderes más grandes que ella misma, incontrolables y magníficos, el reconocimiento de su madurez, de su dominio. Elsa es una soberana hecha y derecha, Elsa no necesita ser enteramente “buena, dulce y maternal” para ser la heroína de su propia narrativa, Elsa se mantiene por sí sola como una reina isabelina. Cuando acaba de cantar Let it go lleva un vestido sugerente, mueve las caderas y se suelta el pelo reconociendo su magia, su potencial y sí, su sexualidad. ¿Y sabéis quiénes hasta ahora se permitían ser extremadamente sexuales? Las villanas. Pero Elsa sigue permanece como una monarca poderosa a la que su poder no corrompe sino que la define. Kudos to you, Disney.

Yes you are, gurl.

Disney deconstruyéndose y parodiándose a sí mismo. Aviso de spoiler. ¿Quién había visto venir que en una película Disney el amor verdadero fuese entre dos mujeres? No hay beso. No hay príncipes. El acto de amor verdadero es el sacrificio de la vida de Anna para salvar a Elsa.

La banda sonora es tan *sigh*. Id a escucharla. De verdad. Será la mejor acción que hagáis en todo el día.

Esta imagen es tan tan tan iconográfica que

En definitiva, sí, tiene muchos errores, pero el hecho de que Idina Menzel esté detrás de algo así de ninguna manera puede ser algo malo.

¡Feliz fin de semana!

miércoles, 7 de agosto de 2013

La niña del faro de Jeanette Winterson

Cuéntame un cuento, Pew.

¿Qué clase de cuento, pequeña?

Uno con final feliz.

En el mundo eso no existe.

¿Un final feliz?

No, un final.

Érase una vez un farero ciego y una niña huérfana llamada como el metal que refleja el 95% de su propia luz. El señor Pew y Silver viven en un faro en la costa de un pueblecito de Escocia. Su existencia se basa en el relato de cuentos e historias que acompañarán a la pequeña Silver muchos años después. Entre sus historias está la de Babel Dark, un hombre colmado de amor y de rabia.

El gif siguiente ilustra perfectamente la naturaleza de este libro:

I’m using this unironically.

Ya me había topado con la señora Winterson antes. Pero como ocurre con la mayoría de los tesoros, es una señora a la que encontré por casualidad. Sus libros no son bestsellers, sus libros no aparecen en otros libros, incluso es muy probable que ninguno de los miembros de nuestras tertulias literarias haya oído hablar de ella. Pero tras encontrarla y sumergirme entre las páginas de sus libros, he llegado a la conclusión de que antes de haberla leído estaba incompleta. Sí, señores, es esa clase de escritora.

Pero vayamos al grano, shall we? La niña del faro es un libro especial. Es un libro sin trama, o más bien donde la trama es lo menos importante. La niña del faro es un libro sobre otras historias. ¿Lo pilláis? Para contar otras historias, debes sacrificar la tuya propia. Pew y Silver (nuestra narradora) interactúan constantemente planteándose el sentido y el corazón detrás de cada historia. Pew es la voz del anciano que narra todos los cuentos que conocemos de memoria, es el abuelo cuya sabiduría del mundo siempre nos deja perplejo. Un hombre que ya lo ha vivido todo. Silver es todo lo contario, una niña joven, curiosa, incauta. Una niña que no ha empezado a vivir. Estos dos personajes son necesarios porque como todos sabemos, una historia se define según quien la cuente.

―Puedo enseñarte (sí, a cualquiera) para qué sirven los instrumentos, y la luz destellará cada cuatro segundos como lo ha hecho siempre, pero tengo que enseñarte a mantener viva la luz. ¿Entiendes lo que eso quiere decir?

No, no lo entendía.

―Las historias. Eso es lo que tienes que aprender. Las que yo sé y las que yo no sé.

―¿Cómo puede aprender las que no sabes?

―Cuéntalas tú misma.

Nos encontramos quizá ante la deconstrucción de una historia, de cualquier historia de varias historias, de nuestra historia. Porque esto es lo que hace Jeanette Winterson coge la narrativa, la pone del revés, le da mil vueltas y la convierte en algo suyo para después plasmarlo en el papel. No esperéis un principio, un nudo y un desenlace, porque no esa clase de historia.

Ay, ¿qué decir de la escritura de este libro? Es como si Jeanette tomase las palabras en la palma de sus manos, las acariciase y las besase y luego las soplase sobre las páginas para que cada letra quedase perfectamente encajada en cada espacio. En resumidas cuentas, es la clase de escritura que te da ganas de aovillarte en un rincón y llorar desconosoladamente porque nunca serás capaz de dominar las palabras como lo hace esta mujer.

La oscuridad era una presencia. Aprendí a ver en ella, aprendí a ver a través de ella y aprendí a ver mi propia oscuridad.

Por último, la cantidad ingente de simbolismos de este libro. No soy la clase de lectora que los busca, pero en este libro te asaltan prácticamente en cada página. Un teólogo llamado Babel, una familia llamada Dark regentando los faros de la costa Atlántica, la teoría del evolucionismo oponiéndose al creacionismo como Jekyll se enfrenta a Hyde. Quizá mi favorito sea el mismo faro, que también sirve de elemento narrativo. Un faro es un lugar fijo al que acuden muchas otras historias, los mismos marineros no se guían por los mapas náuticos sino por las historias que hay de cada faro. Como una biblioteca o una catedral, lugares cuyas paredes tiemblan por el peso de todas las palabras y todos los relatos y todas las vidas.

Desenrolla el papel, mira la brújula y, si tu rumbo es el correcto, allí estarán las luces. Lo que destella en cualquier otra parte no es sino una trampa o señuelo.Un faro es un punto conocido en la oscuridad.

En definitiva, ¿recomendaría este libro a todo el mundo? No. No es un libro para todo el mundo. Pero no todas las historias son para todo el mundo, sólo para aquellos que deciden escucharlas.

VEREDICTO:

Desde ahora en adelante, siempre veré los faros envueltos en un halo de poetismo casi hiératico.

P.S.: Dadle la bienvenida a la bloggosfera a Laura y a su blog (*click, click*). Queredla y mimadla mucho. Decid que venís de mi parte.

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